AÑO 2015,
MAYO- JUNIO VOL. 9 No. 68, 1/JUNIO/15
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Cómo citar el
artículo:
Rosas, A. L.:
"Llanto Sexual". (mayo - junio, 2015). Centro de Capacitación
Profesional, Industrial y Profesional S. C. [en línea] 1 de junio,
2015. Vol. 9, No. 68. Disponible en Internet: http://cecapip.blogspot.mx.
ISSN 2007-9486.
LLANTO SEXUAL
En las cuestiones
de la cama muchas cosas pueden pasar…..Podemos gozar, reír, llorar, sufrir, o
simplemente puede no pasar nada. En el mejor de los escenarios el encuentro sexual es
una experiencia placentera que termina en una experiencia orgásmica para ambos.
Pero no siempre es así, a veces sentimientos de culpa o de vergüenza, de sentir
que se está haciendo algo inadecuado, o un mal desempeño de parte de la pareja
puede conducir a que la experiencia no sea agradable.
Hemos hablado de
que llorar no es una experiencia que solo suceda en momentos de tristeza o
enojo. También de placer podemos llorar.
¿Nos ha sucedido
que después de un encuentro sexual terminemos llorando?
El llanto sexual
es una experiencia que algunas mujeres hemos sentido y se refiere a la descarga
de tensión acumulada en donde se está expresando de manera involuntaria que nos
gusta el sexo y nos gusta mucho. El llanto sexual en la más de las veces es la
expresión más intensa, más placentera, resultado de un gran encuentro sexual.
Por supuesto que habrá ocasiones en donde el encuentro sexual sea doloroso o desagradable y ahí llorar
es el resultado de un malestar, lo que diferencia del otro tipo de llanto es
que en esos momentos está muy claro que el llanto es el resultado de culpa, vergüenza
o dolor específico. En el llanto sexual, al menos cuando sucede las primeras
veces estamos muy claras que no hay dolor o malestar, solo que no se puede
evitar llorar, es un llanto que sucede por placer, solo que al principio no sabemos que lo provoca.
Si bien es cierto
que cada mujer tiene su manera de expresar su placer y que aunque el orgasmo es
una experiencia fisiológica que en términos generales puede ser común a todas,
el orgasmo también incluye una experiencia subjetiva muy particular en cada
mujer y hasta en cada momento.
¿Qué es el
orgasmo?
Es la descarga de
la tensión sexual acumulada, durante el ciclo de la respuesta sexual, que se
presenta por medio de contracciones musculares rítmicas caracterizada por el
placer sexual.
Los orgasmos son
controlados por el sistema nervioso autónomo y se expresan por las
contracciones musculares en la región pélvica y espasmos musculares en otras
partes del cuerpo que se muestran como movimientos involuntarios del cuerpo y
una sensación de placer y euforia.
Cada mujer tiene
diferentes frecuencias en los orgasmos y necesita de una cantidad de estimulación
necesaria para conseguirlos.
En palabras más
sencillas, se experimenta como un intenso placer derivado de una tensión
corporal en donde todo el cuerpo y en mayor medida la zona genital tiembla,
vibra, y experimenta una marea de sanciones placenteras.
Lo real es que no
es fácil describir que se siente en un orgasmo, solo sabemos que se siente
mucho placer y que no queremos que termine.
Y recordemos que
una cosa es la experiencia física o fisiológica y otra es toda la carga y
aprendizajes culturales alrededor de este tema. Gritar, gemir o guardar
silencio a veces pueden estar mediados por la gran cantidad de información
familiar, social y religiosa o cultural que tengamos. Lo cierto es que en
algunas ocasiones el orgasmo es tan intenso que se puede acompañar de episodios
de risa o de llanto que pueden legar a ser muy desconcertantes tanto para la
mujer como para su pareja.
El varón pudiera
llegar a pensar que ha lastimado o provocado dolor y si bien en algunos casos
puede ser que si, en los momentos de llanto sexual se llora por la cantidad de
placer experimentado.
En el caso de un
ataque de risa, el varón pudiera llegar a pensar que nos reímos de él, y ¡no!.... es
otra posible manera de expresar que lo que acabamos de vivir es fantástico.
El llanto sexual
es consecuencia de un orgasmo intenso, es sentir que todo tiembla, es
un llanto de felicidad, donde las emociones están a flor de piel, y el cuerpo
experimenta una marea de sensaciones placenteras.
Significa que la
mujer ha tenido un orgasmo real y el cuerpo lo manifiesta a través de una
sacudida de emociones, es una necesidad fisiológica que no debemos de reprimir,
ni cambiar, y recordemos que también
se puede manifestar a través de la risa.
Sin embargo no
hay que preocuparse si estas reacciones no suceden, eso no significa que los
orgasmos que hemos experimentado no han sido lo suficientemente placenteros.
Hay que recordar que cada mujer tiene su manera de expresar su placer. Y el que
no lloremos o no nos de risa no significa que nuestro orgasmo sea menos
intenso, solo que cada mujer por características de personalidad, por
aprendizajes, por momentos vitales reaccionamos diferentes. También es
importante que sepamos que a lo mejor nunca hemos llorado después del orgasmo,
pero un día nos puede suceder, y esto es normal, o en otro escenario nos ha sucedido que terminamos llorando y en otras
ocasiones no. La parte importante es que en cada encuentro sexual trabajemos
para obtener uno o varios orgasmos que mientras sean placenteros está perfecto.
El orgasmo es una
experiencia tan compleja, tan integra, polimórfica, natural, frecuente y normal que
pueden llegar a presentarse este tipo de reacciones, son más normal de lo que
se cree y en muchas ocasiones nos causa conflicto ya que no sabemos que
significa. Solo les diría, si estas llorando o riendo y la experiencia interna
es de placer, de felicidad, entonces solo relájense y disfrútenlo.
A veces las
parejas no saben cómo reaccionar ante esto, se preocupan, se asustan o hasta se
enojan, pero es importante que también sepan que estas reacciones después del
orgasmo significan que la experiencia ha sido inmensamente placentera, que no
hay nada de que preocuparse, ¡al contrario!, ¡la mujer ha gozado tanto!.
Gemir y gritar
son conductas que pueden ser fingidas, porque tenemos más control de ellas,
pero que la mujer se "moje" debido a su lubricación resultado de la excitación, que el cuerpo se contraiga, los movimientos involuntarios y
llorar son conductas que no son fácilmente manipulables, así que aseguraría que la mujer con la que se esté teniendo sexo realmente está
gozando de la experiencia.
Hemos aprendido
acerca de las relaciones sexuales en base a la pornografía donde nos enseñan
cosas que no son reales, ahí vemos y escuchamos gemidos y gritos, suplicas de
que suceda más, pero no vemos experiencias de orgasmos reales y creemos que eso es verdad, no reconoceremos las experiencias orgásmicas verdaderas.
También es importante que tengamos claro que cada
mujer es diferente y que aunque como ya lo dijimos la experiencia orgásmica fisiológica
es muy semejante para todas, la experiencia subjetiva puede ser diferente. Los
varones tienen que darse la oportunidad de experimentar con sus parejas la experiencia
placentera y asegurarse de vivir el placer personal como gozar del placer que
nosotras experimentamos. Y así nosotras también debemos “trabajar” para que
suceda ese orgasmo o esos orgasmos y gozar al saber que ellos también disfrutan
del sexo con nosotras. Si bien es cierto que el orgasmo es de quien lo trabaja,
también saber que la persona con la que estamos está sintiendo tanto
placer nos da un goce compartido.
El sexo es eso…
una experiencia egoísta donde yo debo buscar mi placer, pero también un goce
compartido donde gocemos al ver como el otro siente placer al estar con
nosotros.
Llorar durante o
después del orgasmo es la manera de decir que la experiencia fue muy
placentera. Reír durante o después del orgasmo, es la manera de comunicar que
estamos gozando muchísimo. Respirar profundo, cerrar los ojos y gozar el placer
del orgasmo como una experiencia interna es otra manera de gozar durante o después
del orgasmo, igualmente placentera..
Lloren, rían, o
solo disfruten, no importa cómo, solo busquen que la experiencia sea placentera.
Ana Laura Rosas Bucio
1 DE JUNIO 2015.
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