AÑO 2015, SEPTIEMBRE- OCTUBRE VOL. 11 No. 84, 21/SEPTIEMBRE/15
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Cómo citar el artículo:
Rosas, A. L. "Perder lo que no se ha tenido: Pérdidas simbólicas". (septiembre-octubre, 2015). Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S. C. [en línea] 21 de septiembre, 2015. Vol. 11, No. 84. Disponible en Internet: http://cecapip.blogspot.mx. ISSN 2007-9486.
Perder lo que no se ha tenido:
"Pérdidas Simbólicas"
Ana Laura Rosas Bucio
Perder lo que no se ha tenido:
"Pérdidas Simbólicas"
Ana Laura Rosas Bucio
La experiencia de perder, todos la hemos sentido, sabemos perfecto
lo que se siente perder a alguna persona o situación que teníamos, y en la
mayoría de los casos la gente alrededor nuestro ve nuestro dolor y lo
comprende, en el sentido de saber que acabamos de perder algo que teníamos y
que ahora ya no lo tenemos.
Pero cuando las cosas, o situaciones o relaciones aún no existen en la
realidad, ¿se pueden experimentar perdidas en estos casos?
A estas experiencias las vamos a llamar Pérdidas Simbólicas, y éstas
hacen entonces referencia a aquellas situaciones de perdida donde el objeto
perdido es intangible, ya sea porque se trate de conceptos como la dignidad, la
autoestima, la libertad interna, la confianza o a situaciones que aún no
existen como una idea que no se concreta jamás, una relación que nunca se da,
un sueño que no se cumple. Otro ejemplo de Perdidas Simbólicas son las abstracciones existentes pero que no tienen una forma como lo que llamamos "la amistad, la relación de pareja, la seguridad, etc.".
Son entonces las perdidas sin un objeto real, sin una materia que
enterrar o desprenderse, y esto le da a éstas pérdidas una connotación
especial, porque como decía al principio de éste articulo son las perdidas de
lo que no se ha tenido aún, o las cuales no existen como objeto en la realidad.
Por ejemplo, cuando perdemos a un ser querido por fallecimiento,
es muy clara la experiencia de la perdida, para nosotros mismos y los demás. Esa
persona "existía" y ahora no "existe" mas. Pero cuando la perdida se da
en una situación donde aún estamos con esa persona, pero aquello que nos unía; el amor, la confianza, la relación misma se ha perdido, al menos de principio
es muy confuso, muy doloroso, y sin una fácil comprensión, ya que aún la
persona existe, la o lo veo diario, convivo y aunque siento el dolor de la
ausencia, la relación .- en este caso el objeto perdido intangible.- esta
agonizando o ha "muerto" ya, pero nosotros no lo vemos con facilidad,
lo sentimos, pero como la relación "continua" aunque sea sin una "relación
o conexión verdadera", pero existe aún la convivencia diaria y esto entre otros factores hace que nos cueste trabajo ubicar
la perdida.
O en los casos en donde una situación intangible como puede ser la
"dignidad", el respeto propio, se ha perdido, también es complejo. Para empezar porque lo que puede significar para mi la dignidad, no
necesariamente significa para lo otro. Dignidad viene del latín
"dignus" que significa cualidad superior, y entonces termina siendo
un termino tan abstracto y variable al mismo tiempo.
Ya el mismo, Dr. Freud en su libro Duelo y Melancolía hacía referencia al duelo cuando se perdían las abstracciones, de aquellas cosas que aún no existen o son
intangibles pero que mientras estén en mi cabeza, en mi ser y mis sueños,
existen porque tienen energía libidinal depositada ahí. Y mientras más energía
tengan impresa, más dolor tendrá la perdida cuando ésta suceda.
Y entonces no puedo evitar pensar en la individualidad de estas
abstracciones, en la carga que cada uno de nosotros deposita en conceptos como
estos. Se y reconozco en mi y en los demás el valor y las cualidades que cada
uno de nosotros tiene, valor universal, y personal que la ley, la ética y la
moral confieren a cada uno de nosotros. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, afirma que todos los seres humanos nacemos libres e iguales
en dignidad y derechos, pero eso es ¿aplicable en la realidad?.
En un orden de Derecho universal lo es, todos lo merecemos y deberíamos ser tratados con esa
dignidad, con ese valor, pero cuando un niño ha crecido en una casa donde nunca
ha sido tratado así, es obvio que lo ha perdido, pero desde siempre, desde el principio de su vida no tiene esa
abstracción, y hoy logro comprender con mayor claridad como se puede convertir
en esa "adulta, adulto" que se pone en situaciones donde perderá con facilidad
ese respeto propio, ese valor y cualidad universal que su propia humanidad le
confiere, quedándose por ejemplo en una relación o situación donde su dignidad podría estar seriamente comprometida. Y entonces pienso en la muchas veces que yo misma
he preguntado, ¿que no tienes dignidad? ¿ donde está tu autorespeto? y pienso
en que la pregunta misma lleva la respuesta incluída. No la tiene, tal vez nunca lo ha tenido, no lo sabe y por
eso mismo "acepta" esas condiciones de trato o de relación.
Si bien es cierto que se puede perder algo que no se ha tenido, es muy
importante entender que aún y cuando no exista en la realidad o sea una
abstracción, es muy importante que mientras este llena de esa energía que le
daba la calidad de existente en mi cabeza, mi mente, mi corazón o mis
sueños. Yo ya lo había visto, sentido, y deseado, y si esto no se puede dar,
existe una perdida simbólica, pero perdida al fin , ya que aún y cuando no
exista en la realidad como lo puede ser una persona, objeto o situación, ésta
la existía dentro de mi y estaba llena de toda una gama de emociones, esperanza
y deseo ferviente de que algún día podría darse o que aunque no se pueda ver en
la realidad existe como abstracción y la ejerzo siempre, como en el caso de la
libertad interna, la dignidad, la confianza.
Pero la pregunta sería y ¿que pasa con las personas que nunca han sido
tratadas con dignidad, que nunca ha sentido confianza en los demás?, si desde
siempre han carecido, y por lo tanto ha habido una ausencia de esas
condiciones, ¿ellos son capaces de tener estas pérdidas simbólicas?.
La respuesta a esto sería si y no.
La perdida se da desde siempre ya que
carecieron de estas condiciones, pero ello/as no la experimentan como tal, porque
esas condiciones nunca existieron en ellos y por lo tanto, estas abstracciones
nunca han estado cargadas de esa energía. No nacieron si dignidad, eso es un
hecho, todos nacemos con ella, pero no fueron tratados nunca de esa manera, no
la conciben, no la entienden, no la tienen representada en su psique.
Uno de los problemas importantes con las pérdidas simbólicas es el
difícil trabajo de reconocimiento de la perdida misma, a dos niveles. Uno muy
importante es el nivel personal, porque va a depender que lo que esos simbolismos representan en nuestra vida, y cargados de la energía necesaria para que
fueran nuestros antes de que existieran en la realidad, como en el caso de la
mujer que desea ser madre, pero que en determinado momento pospone por su
propia decisión serlo y cuando decide ejercer su derecho (que ella lo considera
un hecho real susceptible de ser alcanzado) y descubre que en realidad nunca
iba a ser madre, no solo ahora, sino desde el principio, desde que ella
ignoraba que podía no serlo y creía que sí. Esto es experimentado como una
perdida muy dolorosa. Porque ella ya era madre desde siempre, la idea de ser madre ya estaba poderosamente cargado de emociones, sueños,
ilusiones, esperanzas, y entonces al constatar en la realidad que sus deseos no
podrán ser realizados, lo experimenta como una pérdida real, dolorosa, difícil.
Pero entonces es cuando entra en juego el segundo aspecto, el social donde es
complejo entender como puede sentirse así cuando en realidad ella no ha perdido
un hijo en la realidad, ahora nosotros sabemos que eso si es cierto y eso es cierto no en la realidad tangible, pero si en
la realidad abstracta, simbólica.
Pero entonces en la situación inversa, desde lo personal la persona nunca ha experimentado eso que se llama confianza, dignidad, autorespeto, y por lo tanto
aunque si es una pérdida simbólica real el hecho mismo de no tenerlo, ya que
son condiciones inherentes a los seres humanos, algunos no lo experimentan como
una pérdida, porque no se puede perder lo que nunca se ha tenido ni hecho propio, que
nunca ha estado cargado de emociones pero desde lo social, todos los del alrededor destacamos la
perdida, y reclamamos a esa persona su ausencia de auto-respeto cuando
vemos como se expone a situaciones que llevan a descuidarse, exponerse a ser
violentada/o. Pero ahí, la perdida simbólica, la experimentamos los demás, no la
persona misma, si para ella/el, esta abstracción nunca estuvo cargada de la
energía necesaria para que en su cabeza, en su corazón hubiera sido suya.
Yo sí puedo experimentar la perdida de la confianza en otros, porque yo
si he sentido esa confianza, la he gozado y disfrutado, es mía, y es
importante en el establecimiento de mis relaciones con los demás. Yo si la tengo cargada de energía, de emociones. Pero para el
que nunca la ha sentido, no confiar no es una perdida, es su modo y estilo de
funcionamiento interpersonal, porque para él la confianza no tiene ni tuvo
probablemente el valor que para mí sí lo tiene.
Y todos los demás no comprendemos que es lo que le pasa, ¿porqué permite que su dignidad, que su respeto propio sea alterado?. Y esto nos pasa por varias razones, la primera porque estamos
hablando de perdidas simbólicas, de conceptos abstractos y que son muy
individuales, y segunda porque creemos que solo porque uno si las experimenta y nos son importantes para todos los demás lo debe de ser para esa persona.
Entender las perdidas simbólicas nos permitiría entonces entender mucho de la complejidad humana, de porque algunas personas experimentan algunas cosas de una manera y otros de otra. Porque hay dolor aún y cuando no haya "oficialmente" una pérdida. Porque las personas reaccionamos tan diferente ante abstracciones como éstas.
Muy importante seguir trabajando en comprender estas pérdidas y saber como podemos ayudar a las personas que las han experimentado. Los terapeutas trabajamos con estos temas a veces sin entender que son duelos, pero que al no haber un verdadero muerto, una verdadera pérdida, no entendemos mucho del dolor de las personas. Pero el que no exista en la realidad un objeto material perdido, no significa que las personas no podamos tener un duelo. Y los tanatólogos si entienden que son perdidas, pero en las formaciones tanatológicas se mencionan pero aún no se trabaja en cómo poder ayudar a esas personas, ya que la Tanatología como disciplina trabaja con las pérdidas por muerte y por enfermedad, cosas tangibles. Lo intangible, es aún mas complejo y es labor de los profesionales en salud mental comprender estas perdidas y saber cómo poder ayudar en estos casos.
En un articulo de esta sección trabajaremos más adelante en cómo poder ayudar en los duelos de lo intangible.
Ana Laura Rosas Bucio
Directora general de
CECAPIP S.C.
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Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S.C. Año 2 No.84 semana 39 [21- 207septiembre] 2015. Es una publicación electrónica semanal editada y publicada por el Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S.C., ubicado en Calle Hidalgo No. 17 A-203, Col. San Nicolás Tolentino, Delegación Iztapalapa, México D.F. CP. 09850. Tel. 01(55)54436420, www.cecapip.blogspot.mx, cecapip@hotmail.com., www.cecapip.com.mx .Editor responsable: Ana Laura Rosas Bucio.
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