lunes, 16 de noviembre de 2015

CECATANATOLOGIA

AÑO 2015, NOVIEMBRE- DICIEMBRE VOL. 12 No. 91, 16/NOVIEMBRE/15
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Cómo citar el artículo:
Rosas A. L. "La Importancia de cerrar ciclos". (noviembre-diciembre, 2015). Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S. C. [en línea] 16 de noviembre,  2015. Vol. 12, No. 91. Disponible en Internet:  http://cecapip.blogspot.mx. ISSN 2007-9486.
                                      
LA IMPORTANCIA DE CERRAR CICLOS
ANA LAURA ROSAS BUCIO


"La vida se comprende de ciclos y debemos saber 
cuándo es tiempo de cerrar uno y empezar otro".
Carlos Santana

Recordar la historia de nuestra vida a veces es un proceso muy divertido, sin embargo, a veces también puede ser un proceso muy doloroso. Seguramente en muchas ocasiones le hemos contado la historia de nuestra vida a alguien. En algunas ocasiones nos reímos y en otras lloramos con esas historias. Seguramente también hemos descubierto que hay cosas que se repiten…una y otra y otra vez. ¿Sabemos por qué?. ¿Qué pasa con nosotros que no dejamos de repetir algunos errores?.
Somos producto de nuestra historia. En nuestra vida ha pasado cosas positivas y negativas. Pero, ¿qué tan conscientes somos de esas experiencias?. En la psicología hay un principio básico que dice: "Lo que no se resuelve se repite y se repite y se repite hasta que estamos listos para resolverlo". Esto sucede porque algo ocurrió que nos llenó de muchas emociones que nos confundieron, nos lastimaron, o no supimos en su momento como entender, resolver y soltar. Es entonces donde decimos que no hemos cerrado ciclos.
Todo en la vida es cíclico, las estaciones, la naturaleza, las flores, los animales, las relaciones, etc. Todo tiene un comienzo, un tiempo de desarrollo o estabilidad y una decadencia. La vida es así, nacemos, crecemos, nos desarrollamos y algún día moriremos.
¿Qué significa Cerrar Ciclos?: es concluir los diferentes capítulos de nuestras experiencias de maneras fortalecedoras que nos permitan mejorar nuestra vida. Aprender de las experiencias, renunciar a lo que nunca sucedió. Es dejar atrás las situaciones.
La manera de cerrar nuestros ciclos tiene mucho que ver con la manera en que aprendimos a hacerlo, con patrones heredados o moldeados de nuestra infancia. Algunas personas precipitan los cierres para no sufrirlos, pero al haberse adelantado se quedan con la incertidumbre de que pudo haber pasado. Otros  evitan el cierre y lo postergan. Irnos de una relación, de una situación, de un lugar con las manos vacías nos deja un vacío que nos impide avanzar. Irnos sin convertir la experiencia en un tesoro, es retroceder. No nos llevamos elementos para seguir adelante.
Por ejemplo ante el fracaso de una relación (amor, amistad, trabajo) no se querer reconocer su final e insistir en seguir con el mismo vinculo. No poder elaborar un duelo, nos deja un ciclo abierto. Cerrar un ciclo significa detenerse, evaluar, reconocer la influencia de pasado, identificar los patrones y las tendencias que no nos sirven, rescatar lo que sirve, cambiar la perspectiva de nosotros y de los demás, de los hechos y de las situaciones.
El pasado no se borra, no se olvida, ni se deja atrás…. Puede ser una inmensa carga, pesada, difícil, dolorosa. O puede ser un tesoro siempre abierto a ser descubierto y transformado para servirnos en nuestro avance hacia mejores futuros. Nos puede servir para victimizarnos, enfermarnos, y mantenernos en el sufrimiento. O nos sirve para refugiarnos, alimentarnos, fortalecernos y apuntalarnos.
Cerrar un ciclo puede entenderse como dejar de repetir el mismo patrón de conducta inservible para llegar a sentirse libre, pleno. No solo cerramos ciclos con personas, o en determinadas situaciones, sino cuando dejamos de hacer las mismas cosas que nunca nos sirvieron, o empezamos a considerar usar otro tipo de recursos cuando las situaciones en nuestra vida cambian. Cuando los eventos importantes de nuestra vida se ven obstaculizados, frustrados o interrumpidos, seguramente estamos atrapados en lo no resuelto de nuestro pasado. NO HEMOS CERRADOS CICLOS. Estamos siendo leales a nuestras alianzas y lealtades pasadas. Nuestras emociones, pensamientos, lealtades, están enfocadas en otras personas, o en creencias, no en nosotros mismos.
Pongo un ejemplo: Mary pierde a su papa cuando era una niña, él muere, y la niña se siente tan mal y tan triste por esa pérdida, no entiende que pasó, y no la apoyan para cerrar esa pérdida. Crece, empieza a relacionase emocionalmente con hombres y cada que siente que puede perderlos, entonces se pone muy mal, empieza a querer controlar, cela, y no se da cuenta que estas conductas contribuyen a que  terminen dejándola.... Ella al no haber cerrado el ciclo de su papá.... va a repetir el elegir a hombres que la dejen y ella llegara a repetir todas las veces que sean necesarias esta elección hasta que entienda que afrontar su duelo no resuelto, ayudaría a entender porque tiene tanto miedo  a ser abandonada. Y porque tiene comportamientos que llevan a sus parejas a abandonarla.
A veces no es tan sencillo identificar cuáles son los ciclos que tenemos abiertos. Pero tal
vez es más sencillo revisar que pautas repetimos en la vida. Y podemos seguir unos sencillos pasos para empezar a trabajar sobre cerrar ciclos.
1) Dar nombre a la situación: lo primero y lo más importante es nombrar el problema, "temor al abandono, siempre me engañan, nunca tengo un trabajo estable, nadie se me acerca, etc".
2) Cual es el problema: no la narración de los hechos, sino el fondo. Y en este punto me refiero a que después de la narración de lo que nos sucede, intentemos mirar más profundamente, ¿cuál es la constante en mi?, o en los demás; ¿que se repite?, cuál es el o son los pensamientos siempre relacionados, o los sentimientos.
3) Valorar si la solución es el problema, porque a lo mejor estamos desgastándonos en esfuerzos que no sirven. En el ejemplo de María, su deseo de no ser abandonada, se convierte en su problema, ya que al intentar "cuidar" en exceso a sus parejas, termina abrumándolos, asustándolos y además elige personas que no se comprometen y entre ella y sus conductas y la falta de compromiso de ellos, por eso se van y ella vuelve a sentirse abandonada. 
En caso de querer cerrar un ciclo es indispensable que queramos ver o por lo menos estemos dispuestos a reconocer que hacemos y como hacemos para llegar a las mismas consecuencias. De qué manera contribuimos a empeorar, iniciar o mantener la situación y así puedo elegir un cambio de acción o ambiente que me permita una mejoría. Cuando me doy cuenta de que hago y como funciono o me desenvuelvo para crearme la situación puedo tener muchos datos importantes y así responsabilizarme de mis actitudes, mis emociones, mis pensamientos, mis decisiones, mis acciones.
Cerrar un capítulo o concluirlo implica un proceso de:
·         Reconocimiento (contactar o reconocer lo que fue y es, así como lo que no fue y no podrá ser).
·         Responsabilidad (asumir las consecuencias de las elecciones propias y dejar de culpar a los demás).
·         Conciliación (estar en paz con lo que haya sucedido, humildad ante lo que no se puede cambiar).
·         Integración (recuperación de todas las piezas del rompecabezas de nuestra historia y
acomodo de la experiencia como una página más en la misma).
Cerrar un ciclo significa comprender que cada quien hace lo mejor que puede en función de nuestro pasado, de la necesidad de amor y pertenencia, en la dinámica interpersonal y familiar a la que pertenece. Nos cuesta mucho trabajo principalmente dejar las relaciones que nos fueron significativas... o donde no logramos obtener lo que necesitábamos.
Cerrar ciclos significa reescribir nuestra historia y entender y aprender de las experiencias y
sólo resultara si lo hacemos de la mano de la compasión por nosotros. Reescribir la historia mirándonos con dignidad y amor. Entonces es abrir nuestra historia en busca de fortalezas, estrategias y posibilidades. Cerrar un ciclo es recuperar nuestros aspectos oscuros o excluidos (características familiares o personales no deseadas, vergonzosas) y abrazarnos reconociendo que cada uno tiene una función en la búsqueda del amor y de la aprobación a pesar de que estas estrategias han sido inadecuadas o inútiles.
Capitalizar un ciclo de experiencia
Capitalizar significa aumentar los bienes, los activos, los recursos de los que disponemos e implica ganancia por la multiplicación de recursos, bienes o beneficios. Capitalizar el pasado es la acción de multiplicar los beneficios obtenidos de las experiencias. Se trata de hacernos más ricos y provechar todos los recursos cada vez mejor para nuestro bien. Todas nuestras memorias, valores, virtudes, errores, debilidades, defectos, aciertos, estrategias,  nuestros antepasados y sus estrategias y características son recursos que también podemos utilizar. Quizá las perdidas vividas sean irrecuperables y las experiencias dolorosas e insoportables, pero aprender a vivirlas con humildad y dignidad es lo más valioso, fortalecedor y trascendente para nuestras vidas.
Capitalizar el pasado significa mirar directamente nuestras estrategias y conductas sin catalogarlas como equivocas, malas o vergonzosas. Implica no solo una actitud sana y objetiva para ser capaces de observar como contribuimos  a crear la situación no deseada. Sino también felicitarnos por haber entendido que tenemos que hacer para cambiarlo. Cuando un hecho se repite o cuando estamos en una situación de malestar es hora de cerrar los ojos y dejar de buscar culpables o responsable afuera, dejemos que ellos hagan lo suyo y nosotros hagamos lo nuestro. Cerrar un ciclo será posible si capitalizamos las cicatrices y las utilizamos como hilos para tejer la compleja trama de nuestra existencia.
La vida misma es un ciclo y llegar al final de ella, para morir, implica cerrar el mismo. No es necesario esperar a que la muerte este cercana para cerrar nuestros ciclos inconclusos. Podemos desde ahorita irnos quitando esos pesos, para que nuestra vida, sea mucho más sencilla vivirla.



Ana Laura Rosas Bucio
Directora General  
de CECAPIP SC
Psicóloga especializada
en Violencia, Tanatología
Suicidio y Sexualidad



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Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S.C. Año 2 No.91 semana 47 [16-22 NOVIEMBRE] 2015. Es una publicación electrónica semanal editada  y publicada por el Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S.C., ubicado en  Calle Hidalgo No. 17 A-203, Col. San Nicolás Tolentino, Delegación Iztapalapa, México D.F. CP. 09850. Tel. 01(55)54436420, www.cecapip.blogspot.mx, cecapip@hotmail.com., www.cecapip.com.mx .Editor responsable: Ana Laura Rosas Bucio.
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