lunes, 12 de enero de 2015

CECATANATOLOGÍA

                                    AÑO 2015, ENERO- FEBRERO VOL. 7 No. 48, 12/ENE/15
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Cómo citar el artículo:

Rosas A. L. : "Pérdida de la pareja, uno de los duelos más difíciles de superar". (enero-febrero, 2015). Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S. C. [en línea] 12 de enero, 2015. Vol. 7, No. 48. Disponible en Internet:  http://cecapip.blogspot.mx. ISSN 2007-9486.


La Pérdida de la pareja,
uno de los duelos
más difíciles de superar

“Cuando mi voz calle con la muerte,mi corazón te seguirá hablando.”Rabindranath Tagore

Unirnos en pareja es probablemente una de las decisiones más complejas que tenemos que hacer en la vida. ¿Es él o ella el hombre o la mujer de mi vida? ¿Quiero compartir mi vida, mi tiempo, mi cuerpo, mi idea de familia, mi economía con esta persona? Nos unimos en pareja para cubrir una serie de necesidades: de afecto, de contacto sexual desde el punto de vista de la supervivencia de la especie, y también desde el punto de vista de la necesidad de comunicación humana y de intimidad corporalsocial y de pertenencia.
Si bien es cierto que vivir en pareja no es un proceso sencillo, en el mejor de los escenarios, cuando logramos hacerlo exitosamente, sabemos que hemos invertido tiempo y esfuerzo para lograr tener una relación basada en el amor, la confianza, la comunicación y el respeto, y, aunque nuestras necesidades no se encuentren satisfechas al cien por ciento, somos felices con la persona que elegimos como compañera de vida.
Cuando muere nuestra pareja, nuestro compañero o compañera de vida, nuestro amante (entendiendo amante como la persona que nos ama y a quien amamos), vamos a experimentar un golpe psicológico grave. Esta experiencia va a ser una de las pérdidas más desgarradoras de nuestra vida. Nos convertimos en viudos. La palabra viudo significa vacío y hace referencia a la sensación interna que se experimenta después de la muerte de nuestra pareja. Esta experiencia nos hace sentir que perdemos nuestro presente y futuro. Tenemos todo un pasado lleno de cosas buenas y malas, de experiencias muy placenteras, de conflictos, de momentos y eso nunca lo vamos a perder.
Al morir nuestra pareja, recordar el pasado nos duele y eso hace que el presente se torne vacio. Puede ser que estén nuestros hijos, nuestros padres, amigos, hermanos, compañeros de trabajo y vecinos, pero, aunque es muy grato que todas estas personas estén alrededor nuestro, ninguna de ellas es nuestra pareja; ninguna de ellas es el hombre o mujer que elegimos para compartir nuestra vida, para compartir necesidades y
deseos de ser amados y de amar.
Perdemos también el futuro, todo lo que soñamos que íbamos a tener, lograr y hacer; todo lo que esperábamos que sucediera: envejecer juntos, casar a nuestros hijos, viajar, etc. Recordemos que hemos hablando de las diferentes pérdidas de seres queridos. En este caso perdemos a la persona a la que amamos, el proyecto de vida en común, la mamá o el papá de nuestros hijos, nuestro apoyo, la estabilidad económica o familiar, y a veces hasta el grupo de amigos que teníamos.

Y, junto con todas estas pérdidas, vamos encontrarnos de frente con muchos problemas que resolver; entre los más importantes están:
1 La soledad. Aunque estemos rodeados de otras personas, no vamos a poder evitar sentirnos solos. Los hijos y la familia pueden ayudar y acompañarnos, pero no pueden llenar el vacío que deja nuestra pareja. Sentirse solo es normal, habiendo perdido a una persona tan importante en nuestra vida.
2 Buscar refugio en los hijos. No importa la edad que tengan, ellos también están atravesando por una pérdida importante la pérdida de su papá o mamáy necesitan apoyo, así como nosotros. Es importante tener en cuenta que, aunque será importante su apoyo, ellos no deben tener la responsabilidad de llenar nuestro vacío; sería una gran carga para ellos. Los hijos van a hacer su vida, o la tienen ya, si son adultos, y nosotros, aún con nuestro dolor, tenemos que recuperar nuestra vida poco a poco.
3 Falta de apoyo para la crianza de los hijos. La viudez nos deja además solos en la tarea de cuidar y apoyar a los hijos, lo que puede generar mucho enojo y una carga mayor. Podemos pedir apoyo a otros familiares o amigos. No tenemos por qué sobrepasar nuestras capacidades.
4 El manejo de nuestras emociones frente a los demás. Después de la pérdida de nuestra pareja, vamos a sentirnos muy tristes y con muchas emociones a flor de piel, sólo que ahora somos la cabeza de nuestra familia y los demás miembros se apoyan en nosotros para la satisfacción de sus necesidades. Esto puede entorpecer el hecho de expresar libremente lo que sentimos. Sin embargo, no expresar lo único que va a generar en nosotros es mayor dolor, más soledad y la posibilidad de que nuestro duelo se complique y nos enfermemos, con el paso del tiempo.
5 Cuestiones prácticas en casa. Cuando vivimos en pareja, normalmente nos dividimos la resolución de las cuestiones prácticas de la casa. Cuando la pareja no está, nos enfrentamos a resolver cosas que a veces no sabemos cómo hacer o, aunque sepamos hacerlo, nos enoja mucho que ahora toda la carga nos corresponda enfrentarla a nosotros. Podemos entonces sentirnos muy solos, enojados con nosotros mismos y con nuestra pareja fallecida. Además de sentirnos sobrecargados y abrumados con tanto peso sobre nuestra espalda.
Si es posible, busquemos quien nos apoye.
6 Reconocer el nuevo estado civil. Ahora estamos solteros, y no porque nosotros lo hayamos querido. Es muy curioso como los demás en un momento dado nos dicen que volveremos a unirnos en pareja, y estos comentarios, al menos al principio, hasta nos molestan, porque nosotros si queremos estar en pareja, pero no con otra persona sino con quien habíamos elegido.
Cuando estemos listos, volver a casarnos y retomar nuestra vida sexual. Con el paso del tiempo, se va a evidenciar la necesidad de sentirnos amados, de no estar solos y de compartir una vida en pareja. Pero esta situación puede plantearnos muchas interrogantes y dudas, y despertar temores. Una recomendación muy importante es no tomar decisiones precipitadas, y no entablar una nueva relación rápidamente. Hay que darle tiempo al duelo. La soledad puede pesarnos, los problemas pueden complicar nuestra vida. Dejémonos apoyar por los demás y aprendamos a pedir ayuda.
El trabajo del duelo implica desligarnos emocionalmente poco a poco de nuestro ser querido. Recordemos que esto va a llevarnos tiempo y esfuerzo y que para eso necesitamos expresar abiertamente nuestras emociones. Nuestra pareja siempre será una persona muy importante en nuestra vida, pero ya no está y nosotros seguimos vivos y tenemos necesidades. Tenemos que retomar nuestra vida y esto siempre será más fácil cuando estemos listos para abrirnos al amor y para darnos la oportunidad de volver a sentirnos amados ahora por alguien más. La vida va a continuar y, aunque en un principio no será fácil, vamos a encontrar nuevas áreas de fuerza interior, así como desplegaremos una gran cantidad de talentos que tal vez teníamos ocultos.

Vamos a ser unas personas más maduras y más fuertes. Cuando nos comprometemos en una relación, siempre correremos el riesgo de la pérdida, Pero no amar por temer al dolor, sería como no vivir por temor a morir. Aunque la pérdida de la pareja sea algo tan doloroso, es mejor haber experimentado ese amor, ya que nos dio la oportunidad de compartir maravillosas experiencias, así como la oportunidad de construir una familia y siempre será parte de nuestra vida.
La muerte de nuestros seres queridos, aún con lo dolorosa que es, no debe robarnos nuestro futuro. Mientras estemos vivos nuestra responsabilidad es hacer de esa vida la mejor, la más feliz y la más provechosa vida que podamos hacer. Las pérdidas nos dejan un gran dolor, pero también nos dan la oportunidad de ser más conscientes, más responsables y de valorar lo que tenemos.

Ana Laura Rosas Bucio

Directora General 

de CECAPIP S.C.



12 DE ENERO 2015.



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Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S.C. Año 2 No.48 Semana 2 [12- 18 enero] 2015. Es una publicación electrónica semanal editada  y publicada por el Centro de Capacitación Profesional, Industrial y Profesional S.C., ubicado en  Calle Hidalgo No. 17 A-203, Col. San Nicolás Tolentino, Delegación Iztapalapa, México D.F. CP. 09850. Tel 01(55)54436420, www.cecapip.blogspot.mx, cecapip@hotmail.com., www.cecapip.com.mx .Editor responsable: Ana Laura Rosas Bucio.

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